miércoles, 29 de octubre de 2008


Hacía ya varios días que no me pasaba por aquí y que no actualizaba ésto. En realidad no tengo ninguna novedad que contar. Al decir ésto me viene inmediatmante a la cabeza un replique ya habitúal y mecánico de cierta persona: "¿Y que quieres que pase?". En parte tiene razón, en ocasiones es mejor que no pase nada diferente de lo habitúal, por llamarlo de alguna manera, ya que cuando se da ese caso nos damos cuenta de lo afortunadamos que éramos tan solo un segundo antes con esa cotidianidad.

Muchas veces dejamos vagar la imaginación, soñando , deseando situaciones que quisiéramos vivir o volver a sentir o con otras que nos gustaría experimentar pero que somos conscientes de que quizás nunca se lleven a cabo. También los minutos pueden transcurrir abstraidos en la nostalgia de unos hechos pasado y que nos inyectan ese dolor por su no regreso.

En ocasiones es mejor vaciar nuestra mente de todo ello y no dejarse arrastrar demasiado y es que al estar sumidos en esto olvidamos y malgastamos cada minuto que pasa, no nos percatamos de muchas otras cosas que no van a volver a suceder ni a ocurrir. Incluso mientras estoy escrbiendo ésto has pasado ya varios minutos, un cúmulo de segundo de mi vida que no puedo recuperar.


domingo, 19 de octubre de 2008

Punto y aparte

En ocasiones me viene a la mente un poema del alejandrino Kavafis. Aún recuerdo la primera vez que lo leí ya hace unos cuantos años cuando una profesora de la que guardo un buen recuerdo nos lo leyó. Todavía no había comenzado mi manía por este ámbito pero cada vez que lo releo me permite sumergirme durante unos minutos en él y olvidarme de todo lo demás proprcionándome al mismo tiempo nuevas energías. Se puede decir que es mi katarsis paticular.


Ιθακη
Cuando emprendas el viaje hacia Ítaca
ruega que el camino sea largo,
lleno de aventuras, lleno de descubrimientos.
A Lestrigones, Cíclopes,
al colérico Poseidón- no temas:
nunca hallarás tales seres en tu camino,
nunca mientras altos sean tus pensamientos,
mientras una extraña emoción
estimule tu alma y tu cuerpo.
A Lestrigones, Cíclopes
al fiero Poseidón, nunca encontrarás
a menos que en tu alma los lleves dentro,
a menos que tu alma los ponga en tí.

Ruega que el camino sea largo.
Que sean muchas las mañanas de verano en que,
con gran placer y alegría,
entres en puertos desconocidos;
podrías deternerte en los mercados de Fenicia
y comprar hermosas cosas,
coral y nácar, ámbar y ébano,
toda clase de perfumes sensuales...
adquiere tantos como puedas;
podrías visitar muchas ciudades egipcias
y no dejar de aprender de sus sabios.

Que siempre Ítaca esté en tu pensamiento.
Llegar ahí es tu destino.
Pero nunca apresures el viaje.
Es preferible que dure años,
que seas viejo cuando alcances la isla,
rico con todo lo que habrás ganado en el camino,
sin esperar que sea Ítaca la que te haga rico.
Ítaca te dio un maravilloso viaje.
Sin ella no habrías partido.
Pero ya no tiene mas que darte.

Y si la encuentras pobre, no creas que Ítaca te ha engañado.
Sabio como te has hecho, tan pleno de experiencia,
habrás entendido lo que significan las Ítacas.

jueves, 4 de septiembre de 2008

Camino de Santiago












Como inauguración de este blog, quería poner para comenzar mi diario personal acerca del camino de Santiago que he hecho este verano.
Me ha parecido la experiencia adecuada para estrenarlo. Espero que no sea un tostón...

CAMINO DE SANTIAGO (1-15 Agosto del 2008).

Prólogo.

Una vez realizado el camino y llevando ya unos días en casa cuesta habituarse de nuevo a la vida cotidiana tal y como se dejó antes y es que realmente esta experiencia te cambia la percepción que se tiene de las cosas y te ayuda a valorar la vida de una forma distinta impulsándote una vez que ha finalizado a llevar a la práctica en el día a día todos esos valores y ese espíritu que te ha inundado durante todo el camino. Lo realmente difícil es ponerlo en práctica y que no quede como un simple paréntesis o como una máscara que algunos se ponen durantes esos días para luego quitársela y volver a la realidad.
Es una experiencia recomendable para todo el mundo, da igual la edad, el tiempo de que se disponga pero en cuanto se tenga un mínimo de días es aconsejable invertirlos en ello, dinero del que se disponga, se puede uno gastar lo que quiera, motivaciones, las que ha cada uno le empujen. No te va a defraudar, al contrario va a superar tus expectativas.

1 de Agosto del 2008.Llegada a Astorga.

Ya hemos llegado a Astorga. Aún no me lo creo pero ya estamos aquí. Después de tanto tiempo preparándolo por fin ha llegado el día esperado. Aunque ha salido el tren con retraso se ha ido recuperando por el camino y se nos ha pasado volando el tiempo ultimando los detalles que faltaban sobre el camino. Hemos ido directamente a buscar el albergue tras preguntar en la oficina de información y turismo como podíamos llegar hasta el.
La primera impresión de la habitación no ha sido muy buena; tan solo había dos camas libres cada una en una punta de la habitación y estaba atestada con varios grupos de franceses. Nos sentíamos un poco fuera de lugar. El resto de las instalaciones están bastante bien.
Aprovechamos la tarde para ver la ciudad y visitar un museo romano como buenos filólogos clásicos, el cual al final no nos defraudó tanto como nos dio la impresión inicial. Fue una pena el no poder visitar la catedral ni el palacio de Gaudí por dentro ya que ya por fuera es increíble. Aprovechamos para comprar la cena y el almuerzo para el día siguiente. Durante la cena conocimos a una pareja de malagueños que empezaban también al día siguiente e iban a hacer las mismas etapas que nosotros.
Esa noche dormí fatal: entre los nervios por comenzar, las anginas post- fiestas, los ronquidos…. Con los días el cansancio hará que todo esto cambie.

2 de Agosto del 2008. Astorga- Rabanal del Camino (León)

Nos levantamos para las 5 y media aunque yo ya estoy despierta desde las 5 que no he podido dormir. Pese a que la mochila no pesaba tanto como me temía al finalizar la etapa he acabado con un dolor de hombros notable.
Hemos comenzado a andar de noche, hecho que se hace rarísimo por ahora pero es precioso el ver como poco a poco se va aclarando el día y se va iluminando todo progresivamente a la vez que se respira una tranquilidad infinita. Hemos pasado por varios pueblecillos que no tienen otra vida más que únicamente los beneficios obtenidos del camino pero que tienen un encanto peculiar. En la entrada de uno de ellos había un hombre vendiendo conchas y calabazas a la vez que publicitaba el bar de su hijo que estaba unos metros mas adelante. Tristemente, la publicidad va a estar presente a lo largo de todo el camino y en ocasiones de una manera mucho más explícita que esta. Queríamos habernos desviado para pasar por Castrillo de los Polvazares pero nos vimos el desvío que iba hasta el y teníamos que retroceder unos kilómetros. Decidimos no tentar la suerte el primer día y seguir adelante. Paramos a almorzar y allí nos encontramos de nuevo con los malagueños.
Al llegar a Rabanal del camino decidimos instalarnos en el albergue privado del pilar que tenía mejor pinta que el municipal y era mas barato. La verdad que hemos elegido bien y es que tiene un patio de piedra magnífico y muy acogedor. Las literas están todas dispuestas en una sola habitación, hecho que no deja de ser un poco agoviante, pero por lo menos se ve muy limpio todo.
El pueblo es muy bonito, es pequeño como la mayoría en esta zona, con sus típicas casas de piedra y tejados de pizarra. Por la tarde aprovechamos para escuchar canto gregoriano en una iglesia que por dentro estaba medio derruida. Realmente mereció la pena
Durante la cena conocimos a una pareja de vascos que se cachondearon de nuestra tortilla mientras ellos estaban colorados a causa del vino que se habían tomado. Después estuvimos hablando un poco con ellos junto a Asier, otro vasco, que habíamos conocido esa tarde y que le habíamos llevado has el albergue. La verdad que le ambiente que se respiraba era muy bueno, aunque aun se te hacían raras muchas cosas y no te sentías totalmente integrado. La mayoría de la gente llevaba un montón de kilómetros encima y tu tan solo habías hacho una etapa.

3 de agosto del 2008. Rabanal del Camino-Molinaseca(León)

Hoy ha sido una etapa bastante dura que nos ha dejado bastante mal y es que a mi particularmente me duele absolutamente todo el cuerpo. Por contraposición el esfuerzo merece la pena y es que es impresionante los paisajes que se ven y las vistas que se obtienen. Es gratificante.
Durante el desayuno hemos conocido a una pareja de Ciudad Real y hemos comenzado la etapa con ellos. Los perdimos a mitad de camino pero por la tarde los volveríamos a ver por el pueblo y en los días sucesivos hicimos algún que otro tramo con ellos. Ya habían comenzado el camino otros años en sucesivas etapas y ahora tan solo les quedaba la recta final.
El primer pueblo por el que pasamos fue Fuentebadón que estaba prácticamente abandonado y a partir de ese punto era todo el trayecto cuesta arriba por caminos que atraviesan los montes hasta la cruz del ferro. Allí coincidimos con Julio y Sofía y ya fuimos con ellos el resto del trayecto salvo la parte final en la que nosotros paramos a almorzar y ellos continuaron. Lo peor ha sido la bajada a pleno sol por un camino lleno de pedruscos y un montón de gente haciendo ese tramo a la vez. Es uno de las pocas etapas del camino que estaba tan concurrida. A ese hay que añadirle la cantidad de moscas que había y que les debió de encantar mi gorro rojo porque acudían constantemente a él. Tan solo nos quedaba pasar por El Acebo y Riego de Ambros, dos pueblecitos aislados y preciosos. Al salir de Riego de Ambros te internabas de repente en medio de un paraje lleno de árboles, con un riachuelo que parecía una escena digna de un cuento de hadas. Eran tan solo unos metros porque de nuevo los últimos kilómetros fueron horribles. De nuevo subidas y bajadas por un estrecho camino lleno de piedras y sin sombra alguna. En este tramo nos encontramos con Asier que iba bastante agotado, y como dice Iván mas rojo que un cangrejo sin ni siquiera un gorro con el que taparse. Fue un alivio la entrada a Molinaseca a través de un precioso puente románico que atravesaba una curiosa playa fluvial. Allí nos despedimos de Asier ya que el continuaba hasta Ponferrada. Nosotros nos dirigimos hacia el albergue que como iba siendo habitual estaba a la salida del pueblo.
El albergue estaba bastante bien, lo único malo era la cocina que estaba un poco mal situada y era preferible no cocinar porque subía todo el humo a las habitaciones que estaban en el piso superior. Era una buhardilla con literas de madera bastante nuevas.
Durante la comida estuvimos con Sofía y Julio que se dirigían al mismo sitio a almorzar, como ellos decían, si lo hubiéramos planeado juntos no hubiésemos coincidido tanto. Después metimos los pies en la playa fluvial y casi se nos arrugaron de tanto tiempo que los tuvimos. La verdad que fue un verdadero descanso y la compañía excelente.
Cenamos en el patio que teníamos en el albergue, ha sido uno en los que hemos estado mas a gusto y es que te sentías como en casa. Allí coincidimos con una mujeres vascas que habían estado también en el mismo albergue en Rabanal del Camino, coincidimos por primera vez con los Catalanes que los iríamos viendo a los largo de todo el camino hasta las últimas etapas, con una pareja de alemanes que veíamos también todos los días y la mayor sorpresa sobre todo para Iván fue encontrarse allí con Rafael. Es un polaco que había conocido hace tan solo unas semanas en Javier( Navarra) .Había comenzado el camino de Santiago en Lourdes y le habían robado. Allí le ayudaron y le dieron dinero para que pudiera continuar. Nos quedamos sorprendidos de la cantidad de kilómetros que había tenido que andar para poder llegar hasta dónde estábamos nosotros en ese momento. Los peregrinos del albergue se portaron muy bien y es que pese a no estar ya la hospitalera porque se había marchado ya porque eran las 11 de la noche le dieron de cenar y le dejaron dormir en unas camas que había libres en el patio. El hombre estaba realmente agotado.
Por cierto, me ha salido mi primera ampolla. Como no me molesta me he negado ha quitármela. En los días sucesivos voy a tener que oír constantemente que la ampolla me va a envolver el pie. No me causó ningún problema; se me fue sola.

4 de Agosto del 2008- Molinaseca-Cacabelos(León)


Comenzamos la etapa de nuevo con el matrimonio de Ciudad Real hasta Columbrianos que hacen un descanso para tomar un café y nosotros seguimos. La última vez que los vemos es la llegar a Cacavelos dónde nosotros hicimos noche y ellos continuaron unos kilómetros más. Pasaron por el albergue para despedirse. Va dando ya pena ir diciendo adiós a gente que quizás no veas nunca más.
Ponferrada me ha parecido feísimo exceptuando el castillo. Nos alegramos de no haber comenzado la etapa desde allí como habíamos pensado en un origen. Ha sido lo que menos me ha gustado de todos los sitios por los que hemos pasado. La etapa de hoy ha sido mucho más suave y corta aunque el tramo final desde Fuentes Nuevas ha sido de nuevo a pleno sol. Cacabelos me ha sorprendido. No se porque me imagina un pueblo pequeño como los anteriores por los que habíamos pasado y sin embargo no era precisamente así. Tenía también playa fluvial y cerca del albergue había un antiguo molino de agua dónde aprovechamos a meter los pies de nuevo, entre el cachondeo de que a Sofía casi se le lleva la corriente una chancla.
El albergue es quizás uno de los mejores pero lo malo es que no tiene cocina y que la hospitalaria es una desagradable y carece de educación. Debería ahorrarse los juicios de valor que emitió y es que ella no es nadie para disponer los kilómetros que debe de hacer cada uno ni lo que hace cada uno en su tiempo libre.
El problema surgió cuando vino a abrir la puerta y dijo que todos aquellos que vinieran tan solo desde Ponferrada no deberían de poder alojarse allí y deberían continuar mas adelante. También añadió que cuantos peregrinos llevaban toda la mañana de vino como los que había visto ella hace unas horas. Incluso a los que habíamos hecho algunos cuantos kilómetros mas nos salpico el rapapolvo. Más que la cuestión en sí, que en parte tenía razón, es la manera en que lo dijo. Entiendes su postura unas etapas mas adelante cuando está todo masificado y los que cogen sitio suelen ser los que no han andado nada porque se han bajado de un coche o han andado muchísimo menos que tu y tu te quedas en la calle.
Las habitaciones consistían en unas cabinas de dos camas situadas alrededor del patio de la iglesia. Te parece un verdadero lujo el poder dormir en una cama que no se una litera y sin 40 o 50 personas al lado. Eso sí se oía todo igual porque los tabiques eran finísimos.
Después de cenar Sofía y Julio han compartido con nosotros unas reflexiones que traían de un libro fotocopiado sobre el camino de Santiago. Esto a partir de ahora se iba a convertir en algo habitual antes de irnos a dormir. Es curioso como todo lo que iba poniendo en las reflexiones iba sucediendo o lo habíamos experimentado. Iba a ser también como un aviso para algo que iba a suceder al día siguiente. Yo aquí como tantas otras veces en el camino me llegué a emocionar. Yo aún me quede un rato en la calle y es que hacía una noche magnífica. Era una buena noche para pensar tranquilamente y reflexionar.

5 de Agosto del 2008 – Cacauelos-Vega de Valcarce (León- Lugo)

El destino de hoy ha sido Vega de Valcarce. De los primeros pueblos por pasar fue Villafranca del Bierzo que era bastante más grande de lo que me esperaba y me gusto bastante. La pena es que tan solo lo vimos de pasada. Antes de llegar hasta allí el camino estaba repleto de campos, lugares auténticamente rurales. Había también más de una subida. En este trozo Iván ha ido un poco mal con el pie y ha ido andando con los dos palos, algo que sería habitual y una de sus huellas de identidad de aquí en adelante. Mas adelante el recorrido discurría paralelo a la carretera y se hacía realmente monótono. Paramos a almorzar en Pereje y los kilómetros que quedaban se nos hicieron realmente eternos sobre todo por el calor que hacía a esas horas ya de la mañana y a mí por el dolor que me causaba una tobillera que llevaba puesta. Fue la última vez que me la puse. Al detenerme en Ambamestas para comprar una concha a una mujercilla que las vendía en la calle nos encontramos con Rafael y Pity con los que fuimos hasta Vega de Valcarce. Nosotros ya nos quedábamos allí pero ellos continuaban unos kilómetros más. Era increíble la fuerza de ambos. Pity con su avanzada edad había hecho ya varias veces el camino desde varios puntos y ahora iba a intentar continuar en el mismo día hasta O Cebreiro. Rafael estaba intentando hacer el mayor número de kilómetros posibles porque no le daba tiempo de llagar a Santiago ya que tenía que volver a Polonia para la boda de su hermana. Rafael estuvo un rato en el albergue con nosotros y después de comer continuo su camino. Se despidió con un cordial y cariñoso abrazo. Es curioso como pese a no entenderte por la barrera del idioma se pueden transmitir tantos sentimientos con un simple gesto.
El albergue es uno de los peores en los que hemos estado en todo el camino aunque la simpatía de la hospitalaria lo compensaba. Sofía se puso mala y estuvo todo el día y toda la noche devolviendo. Al verla, te das cuenta de lo afortunada que eres de que de momento no te ha ocurrido ningún percance y es que en las condiciones en las que estaba era un poco incómodo estar en el albergue durmiendo con 40 personas al lado. Hay que reconocer que la gente se portó muy bien y se preocupó todo el mundo por ella. Nos podía haber pasado a cualquiera.
Iván y yo hemos ido a comer a un restaurante que nos habían aconsejado unos hombres del pueblo y la verdad que hicimos bien en seguir su consejo porque el restaurante era una maravilla. Allí hemos coincidido con dos chicas de Murcia que nos han alegrado bastante el rato con sus bromas y su buen sentido del humor.
Tras comer me fui un rato al río a tomar el sol y a bañarme en la playa fluvial, en la que no me había metido aún y me iba a quedar con las ganas. El agua estaba helada pero te dejaba como nueva. Allí conocí a un barcelonés que comenzaba a la mañana siguiente el camino y con uno del pueblo que me confesó sus deseos de hacer algún día el camino y de los problemas que suponía que pasase la nacional por allí.

6 de agosto del 2008- Vega de Valcarce- O Cebreiro(Lugo)

Hoy ha sido una de las etapas mas temidas aunque en realidad no es tan dura como la gente suele decir. También es verdad que nosotros la acortamos pero me pareció muchísimo peor la segunda. Sofía no la ha podido hacer y ha ido en coche. Aunque estaba algo mejor no tenía las fuerzas suficientes para semejante subida y era preferible que se recuperara del todo descansando un día.
Verdaderamente los paisajes eran increíbles al igual que la niebla que nos ha envuelto en especial las primeras horas de la mañana. Iban las mochilas auténticamente mojadas de la humedad. A mi personalmente se me ha hecho bastante dura la primera cuesta y es que me era imposible seguir el ritmo que habían cogido Julio e Iván pero dejando eso a un lado el resto ha sido para tanto y se nos ha pasado volando.
Conforme subes pasas por algún pueblecillo como La Faba que es un descanso en medio de los valles y las montañas, te topas con una repentina estampida de ovejas y con las bonita estampa del pastor junto a su caballo y sus perros. La llegada a O Cebreiro es anunciada por el inconfundible sonido de una corneta. Es realmente emocionante y reconformarte ir oyendo ese sonido tan peculiar con forme te vas aproximando y la calurosa bienvenida que te da Burgui al pasar por su lado y regalarte unas poesías y unos minutos de su tiempo. Nosotros fuimos afortunados y es que al conocerlo ya Iván desde el verano anterior tuvimos el privilegio de que nos hiciera de guía posteriormente en la iglesia y se preocupara por nosotros durante todo el día y durante los días sucesivos con sus llamadas y mensajes telefónicos. También acudimos a la misa que ofició esa tarde y debo reconocer pese a mi postura de agnóstica que ha sido una de las mas bonitas y emocionantes a las que he asistido y en las que realmente había una gran cercanía con el peregrino. De ella no olvidaré nunca la canción que cantó el cura navarro como despedida y que nos acompañó y fortaleció durante todo el camino restante.(“O Cebreiro. O cebreriro , o cebreiro de mi corazón es camiño de Santiago….los peregrinos vivan siempre vivan, los peregrinos siempre vivirán….”).
Por la tarde la niebla cubrió al pueblo y verdaderamente parecía la viva estampa de una película de misterio. El pueblo, en mi opinión no tenía tanto encanto como los anteriores y es que estaba totalmente preparado para el turismo incluso con tiendas de souvenirs que no nos habíamos topado todavía y no emanaba de él la sensación de que estuviese habitado aunque la mayoría de sus casas estaban rehabilitadas en su totalidad. Un tanto artificial. Hizo verdaderamente un día de perros.
De esta etapa es una de las que me han quedado un mejor recuerdo infundido por esa emoción que sentí cuando Burgui nos tocó la caracola y el cuerno al subir , por la oportunidad de haber conocido a una persona como pocas te encuentras en la vida que se dedica totalmente y gratuitamente a los demás y que tiene una mente abierta a todo y a todos independientemente de las creencias de cada cual . También por el recuerdo de algunas de las conversaciones que mantuvimos con él y que hemos ido comprobando a lo largo del camino como la del peregrino que viene de cerca y la del que viene de lejos.
Pese a ser la etapa mas temida ha sido una de las mas emotivas y de la que me llevo un recuerdo mas hondo.

7 de agosto del 2008- O Cebreiro-Triacastela(Lugo)

Al levantarnos continuaba habiendo una espesa niebla que nos ha acompañado la mayor parte del camino de hoy. Ha comenzado con nosotros la etapa Ester ya que su grupo iba a salir mas tarde. Si a la niebla se le suma la noche cerrada y la ausencia en un cruce de la flecha indicadora el resultado final el evidente: acabamos perdiéndonos. Perdimos un poco de tiempo desandando lo andado pero no hubo consecuencias peores a excepción de un peregrino impertinente y poco tolerante. Hay gente de todo. Hubo varias subidas como la de Alto de poio y la de San Roque y el resto bajada. Ese día pasamos por los típicos pueblecillos gallegos con las vacas pasando por tu lado, las gallinas por medio, las mujeres mayores gallegas con el pañuelo en la cabeza trabajando en el campo y ese inconfundible olor que nos acompañó en muchos tramos…lugares único que no ves nunca si no vas andando. Al final del camino hemos repuesto un poco las fuerzas comprando moras y frambuesas .
Al llegar a Triacastela el albergue municipal estaba ya lleno y hemos encontrado de casualidad uno privado. La verdad que la calidad de las instalaciones se nota pero yo hubiese preferido que se notara en la ducha y no estuviera colgando del techo semejante araña.
La cena de esa noche no se nos va a olvidar tan fácilmente. Preparamos dos fuentes enormes de ensalada, una perola de macarrones y un plato de paté. Digno de un restaurante. Verdaderamente despertábamos envidia a todo el que pasaba por al lado. Fue una de las mejores cenas compartidas por los cuatro y es que a estas alturas hacíamos ya todo el camino con los malagueños. Empezamos poco a poco coincidiendo por casualidad, después en alguna comida, algún albergue y ahora ya debido a los espíes nocturnos estábamos todo el día juntos, inseparables.
Se empieza a notar ya la masificación en todos los sitios y es una verdadera lástima porque hace desaparecer el buen ambiente de los primeros días y crea muchísima competitividad. Hoy justamente llevamos la mitad del camino. Se ven las cosas muy distintas del primer día a ahora.

8 de agosto del 2008- Triacastela- Sarria(Lugo)

La etapa de hoy ha sido algo más larga y es que hemos decidido desviarnos por Samos para ver el monasterio en vez de seguir la senda natural.
Al principio una vez que hemos dejado ya la carretera a un lado nos hemos adentrado en un frondosa senda repleta de enormes árboles, gran cantidad de vegetación junto al relajante fluir del río en la margen izquierda. Era un auténtico regalo para los sentidos.
Al llegar a Samos hemos tenido que esperar para poder verlo en una visita guiada porque era demasiado pronto. Nos han enseñado los claustros y la primera planta en la que lo más destacado era una serie de originales frescos de acrílicos y al temple que había en toda la pared.
El camino de vuelta se nos ha hecho bastante largo y es que era por carretera. Al llegar a Sarria nos hemos encontrado con que ya no había ninguna plaza en ningún albergue. Durante el camino habíamos llamado para reservar alguno privado pero estaban ya completos. No quedaba otra que pasar la noche en el polideportivo. Una experiencia nueva más. Os aseguro que desde ese día el poder dormir en cama te parece un lujo enorme y lo valoras enormemente porque al fin y al cabo aunque lleves esterilla estas durmiendo en el suelo. Nos duchamos en unos baños públicos que encontramos cerca de las piscinas municipales. Si alguna vez me hubiesen dicho que me iba a meter en un lugar como ese no me lo hubiese creido, pero aquel día no le hicimos ascos a nada. También agradecimos enormemente a las camareras de dónde comimos que nos guardaran toda la tarde las mochilas ya es que bastantes horas las habíamos llevado ya como para cargar con ellas hasta las 9 que habrían el polideportivo.
Sarria es una de las ciudades más grandes por las que hacía tiempo que no pasábamos. Allí aproveché para descargar mis fotos en un cd ya que no cabían más y Sofía para ir al centro de salud y saber que tenía una sobrecarga muscular. Allí nos encontramos con dos hombres que habíamos visto por la mañana y se han despedido de nosotros ya que finalizaban su camino ahí. Es curiosa la amabilidad y el cariño que puedes llegar a captar de una persona sin conocerla apenas y habiendo intercambiado tan solo un par de frases con ella que contrastan con el desprecio que muestran algunas personas que en realidad te conocen de toda la vida y con las que tienes mas trato.
Pese a ello ha sido uno de los días que no hemos parado de reírnos por cualquier cosa: las canciones improvisadas durante el camino, el cachondeo habitual de la comida, debido al campo inundado de agua por el que nos metió Iván y nos siguió la gente, por el choripan de la cena… sigo estando admirada por la gran fuerza de voluntad de Sofía y es que cualquiera en su lugar haría caso del médico y descansaría unos cuantos días. Esta ha sido también una de las etapas más gratificantes y que te ayudan a valorar más las cosas en los días posteriores.

9 de Agosto del 2008- Sarria- Portomarín(Lugo)

La etapa de hoy ha sido una de las que más me han gustado y de las que he estado más descansada.
Nada mas salir nos hemos adentrado en un frondoso bosque que parecía un pasaje auténtico del terror con el aullido de los perros de fondo, el cruce de la vía del tren. Al amanecer hemos estado envueltos en la niebla hasta casi finalizar la etapa. Había tantísima humedad que estaba todo repleto de unas telarañas enormes.
Lo mejor ha sido la impresionante entrada a Portomarín. Vas viendo a lo lejos el pueblo y ya cuando estas a unos metros de el te encuentras de repente en medio del puente que atraviesa el Miño, con todas las casas en la ladera de la montaña, de frente. A mi es una de la imágenes que mas me han gustado y uno de los lugares de los que tengo un recuerdo mas grato. Lo mejor ha sido el saber que teníamos plaza en el albergue municipal. Nunca me había sentido tan contenta. Ya me había mentalizado de pasar otra noche en un polideportivo. Ha sido un verdadero alivio y un gran descanso en comparación con la jornada anterior.
Mientras dejábamos a las mochilas haciendo fila hemos aprovechado para ir a ver la iglesia que estaba tan solo a unos metros, en la plaza. Hemos vuelto a coincidir con el matrimonio de Zaragoza, hecho que se va repetir hasta finalizar el camino. Ha habido un follón enorme en el albergue debido a que la peliazul y su grupo se habían dedicado a reservar plazas y luego faltaban. Una consecuencia mas de la masificación y de “personajes” como éstos . Lo malo es que muchas veces las consecuencias recaen en los demás y ellos acaban impunes.
Después de echarme una gran siesta me he recorrido todo el pueblo y he ido de nuevo al puente que cruza el Miño. Ha sido una buena tarde para pensar, reflexionar sobre todo lo vivido hasta ese momento y de calibrarlo a la vez con la vida diaria en la que no se repara en todo esto. Además semejantes paisajes parecía que te invitaban a ello. Ha sido uno de los momentos en que mejor me he sentido. No he podido evitar llamar a mi padre al estar allí y es que hablando con él día anterior me había dicho que pasaríamos por el Miño. Ellos a su manera están haciendo también el camino y es que lo van siguiendo día a día en el mapa.

10 de Agosto del 2008. Portomarín- Palas de rei (Lugo- ACoruña)

Hoy hemos llegado a Palas de Rei. El albergue está algo apartado del pueblo pero está bastante bien como todos los de la Xunta. Lo malo es que al ser domingo están todas las tiendas cerradas y por poco no podemos comprar nada ni para desayunar ni para cenar. Yo llevaba hoy tal desconexión que no siquiera sabían en que día vivía.
La etapa de hoy ha sido larguilla aunque no muy dificultosa. Pronto alcanzamos a Sofía y a Julio e hicimos todo el trayecto con ellos a excepción del rato del almuerzo. Ha habido bastante niebla durante toda la mañana por lo que no se podía apreciar bien el paisaje.
Es realmente penosa la competitividad que hay en estos tramos ya que parece que la gente va haciendo una carrera. Es muy poca ya la gente conocida con la que coincides y ese buen ambiente del principio cada vez está mas degradado y se va acentuando conforme te vas acercando a Santiago. Es una ironía.
Ya tan solo quedan tres etapas para llegar y da muchísima pena de que se acabe. Parece que estos días han sido un lapso d tiempo en el que los relojes se han detenido durante este transcurso. Viene bien de vez en cuando experimentarlo.

11 de Agosto del 2008 .Palas de rei-Ribadiso da baixo (A Coruña)

Hoy lleva todo el día lloviendo desde que hemos salido de madrugada. No es una lluvia muy intensa sino el característico chirimiri que hace que vayas en constante humedad todo el rato y al levar el chubasquero que no transpira mucho con el añadido del esfuerzo físico acabas con una sudada increíble. La verdad que era un poco asqueroso. Además la temperatura no era mala. Por contraposición la etapa ha sido bastante suave, como decía Julio: un paseo largo.
En Melide hicimos una parada para almorzar y para comprar provisiones ya que en Ribadiso Da Baixo no hay ni una sola tienda.
El albergue de Ribadiso da Baixo está catalogado como uno de los mejores y la verdad es que es cierto. Lo malo es que con el día tan desagradable que hizo no puedes disfrutar de él. Es un complejo de diferentes casas de piedra en el que están las habitaciones, la cocina, las duchas, el lavadero…también tiene una playa fluvial en el río Iso. Lo que realmente agradecimos más todos es el hecho de que las duchas fueran individuales y con puerta. Hacía tiempo que no nos encontrábamos con unas así.
Después de comer me he echado una larga siesta y he ido a dar una vuelta por el pueblo, que se daba enseguida porque tampoco tenía mucho para ver.
Hoy durante el camino hemos vuelto a coincidir con el matrimonio de Zaragoza y hemos ido un buen trozo con ellos. En el albergue estamos alojados con la peliazul y su panda con la mala suerte de que justo han vuelto a trapichear con las camas y nos ha tocado al lado. Me ponen nerviosa porque además de montar semejante follón y no dejar descansar a los demás llevan cuenta de quien llega antes y quien no. Que esto no es una competición!!! Aquí como en todos sitios te encuentras con gente de todo tipo. También hemos conocido a una mujer muy escandalosa que decía que iba a escribir una guía de los últimos 100 km para vagos y lisiados. Al conocerla compruebas que va muy acorde con su personalidad. Durante unos minutos la mujer consiguió ser el centro de atención de todos los que estábamos alrededor. Lo cierto es que se le veía que disfrutaba con cada cosa que veía.

12 de Agosto del 2008. Ribadiso da baixo- Arca do Pino (A Coruña)

Mañana llegamos a Santiago. Estamos tan solo a unos 20 km. Se hace extraño ver en los mojones que queden tan solo esos km. Da una pena enorme que esto llegue ya a su fin, que se contrapone con las ganas de llegar a Santiago que es lo que llevamos persiguiendo durante estos días. Jamás hubiese imaginado que la primera que iría sería andando. El tramo de hoy no ha sido duro pero al hacerlo todo de un tirón sin el acostumbrado almuerzo los últimos kilómetros se me han hecho durísimos e interminables. Además al final de la etapa la espalda se resiente ya mucho y mis cervicales no daban para más.
En estos tramos se ven muchas caras nuevas y la mayoría de la gente con la que hablas ha empezado el camino de aquí cerca. La verdad, que da mucha satisfacción el comprobar que se ha ido cumpliendo sin problemas todo lo planeado y que hemos podido llegar a dónde estamos.
Hoy hemos atravesado varios bosques de eucaliptos y es impresionante el aire tan puro y el frescor que se tiene el privilegio de poder respirar. Lástima que no se pueda embotar y conservar un poco .Se va notando que el paisaje ya no es tan espectacular como antes ni los pueblos tienen ese encanto autóctono tan característico de aquellos por los que hemos pasado y hemos ido dejando atrás. Hemos ido unos kilómetros con una pareja de Cuenca que habían hecho el camino en años sucesivos y ahora les tocaba el tramo final. Sin embargo estaban muy desilusionados debido al ambiente derivado de tal masificación.
Yo me he perdido unos metros por ir hablando con Gonzalo, un chico de Murcia que habíamos visto desde etapas anteriores pero con el que no habíamos entablado conversación hasta ese momento.
El albergue de hoy la verdad que estaba a falto de una limpieza a fondo, sobre todo en la duchas en las que había abundantes telarañas. Sin embargo a estas alturas eso es un mal menor y es una buena terapia para quien les tenga miedo.
Al ser la última cena en el camino, hemos querido que fuera especial. Sofía ha hecho un revuelto de setas que estaba buenísimo mientras Julio y yo preparábamos un suculento plato de paté y queso.
En verdad se me hacía raro echarme a la cama y pensar que mañana llegábamos a la meta de este viaje y del esfuerzo de estos 12 días. Me daba la impresión de que era una etapa más y que no tocaba ya su fin. Antes de irme a dormir leí la reflexión que tocaba para ese día que coincidía con la entrada en Santiago. Al llegar allí recordaría y repasaría en mi mente muchas de las cosas leídas y es que me sentía tal y como describía. No sería la única. También aproveché para escribir una carta que les quería dar a modo de despedida a los malagueños y a Iván como agradecimiento de todo lo vivido durante estos días.

13 de Agosto del 2008. Arca do pino- Santiago (A Coruña).

Ya hemos llegado a Santiago. Aun no me lo creo, pero así es. Nunca pensé que la primera vez que entraría en la plaza del O Bradoiro y en la impresionante catedral sería habiendo venido a pie. Ello hizo que fuera aún más gratificante la llegada. Me daba muchísima pena llegar que se oponía con la emoción del esperado momento, de ese esfuerzo acumulado de varios días, estando la meta ya al alcance de la mano, tan solo a unos pocos kilómetros. Sin embargo, creo que lo verdadero valioso del camino es eso, el camino en si , el disfrutar cada día de todo lo que te encuentras a tu paso y dejarte sorprender por todas las novedades y sorpresas que te bindra sin pensar mas allá de cada jornada. Así es como he llevado el camino a cabo y es que veía tan lejana la llegada que no pensaba en ella sino en aprovechar al máximo esos inigualables días.
Nos levantamos sobre la hora acostumbrada. Como despedida de la soledad y tranquilidad de la naturaleza y de los parajes que habíamos dejado atrás hacía unos días nos adentramos en plena noche en un bosque en el que se oían toda clase de aves nocturnas. Al salir de allí nos perdimos ya que no había ninguna indicación. Conseguimos reanudar el camino gracias a un peregrino de Barcelona que nos indicó por dónde era.
El camino se nos pasó volando y al llegar al Monte do Gozo decidimos hacer un alto en el camino y tomarnos un café para saborear los últimos momentos de este y alargar un poco la llegada. Tanto a Iván como a mí nos daba verdadera lástima que se acabase ya, pese a tener Santiago a tiro de piedra.
El monte se llama así ya que desde ese lugar se pueden divisar las torres de dicha catedral con el gozo y la alegría consiguiente de los peregrinos al verla. De ahí su denominación. Yo la puede ver porque Iván ya sabía dónde estaba y me lo señaló ya que si no, no lo hubiese visto nunca. También tuvimos el privilegio de que pese a ir toda la mañana con niebla al llegar a ese punto resplandeció el sol. Allí vimos de nuevo y por última vez al matrimonio de Zaragoza. Nos despedimos de ellos por si ya no los veíamos en Santiago. Ahora ya se van haciendo las despedidas mas reales ….
No me pareció la entrada a la ciudad tan fea como me esperaba. Para finalizar bien, nos tuvimos que perder de nuevo. Hubo un momento en que nos despistamos de las flechas y nos fuimos alejando cada vez más del centro. Lo malo es que había gente que nos seguía y liamos hasta a un ciclista que iba en la dirección correcta. La anécdota del día viene al preguntarle a un matrimonio ya entrado en años como ir a la catedral. Después de examinarnos cuidadosamente y ver que íbamos cargados con las mochilas y el palo, alguno incluso con dos, no se les ocurre otra cosa que decirnos que sería mas adecuado que cogiéramos el autobús porque estaba un poco lejos. ¡ Señora, que llevamos 280 km andados!! . Yo no podía aguantarme la risa.
La entrada a la plaza del O braoiro fue emocionantísima sobre todo por el acompañamiento del sonido de las gaitas. Lucía un resplandeciente sol en toda la plaza y estaba atestada de peregrinos y turistas de todas las clases. La verdad que no me creía que estuviese allí, no era consciente todavía. Para mí uno de los momentos más emotivos fue cuando nos encontramos con Julio y Sofía que vinieron a nuestro encuentro ya que ellos ya habían llegado hace unas horas. Nos dimos un abrazo y las correspondientes felicitaciones y es que lo habíamos conseguido y estábamos allí. Habían encontrado unas habitaciones en una casa que las alquilaba una mujer y menos mal porque no había plaza en ningún albergue y esta alternativa era bastante económica.
Con las mochilas incluidas y nuestro característico atuendo fuimos a la misa y la verdad que me pasé casi toda ella llorando de emoción, no tanto por el oficio en sí ya que no me considero creyente sino por el ambiente que se respiraba, con la música de fondo con el órgano, por la satisfacción de haber conseguido una ilusión que llevaba muy hondo desde hace tiempo, por la realización y crecimiento personal que ello conlleva y por el recuerdo de aquellos que están presentes compartiendo sus días contigo y de los que desafortunadamente no lo están.
Al finalizar la misa vimos a Gonzalo y se despidió deseándome buen regreso a “Tudela city”.
Fuimos a la habitación para darnos una ducha y de allí a comer y a echar una merecida siesta, esta vez ya en una enorme cama y con sábanas; aunque alguno deseó continuar usando el saco.
A las 9 de la noche fuimos a un encuentro de peregrinos que había en la catedral. Fueron unos momentos bonitos ya no solo por la oportunidad de poder estar en la catedral con tan solo media docena de personas junto con las tranquilidad que se respiraba en ella sino por la oportunidad de poder escuchar de primera mano experiencias y testimonios personales de otras personas de distintas nacionalidades.
Esa noche era nuestra última cena juntos ya que aunque Iván y yo nos quedábamos otra para disfrutar de la ciudad, los malagueños se iban a la mañana siguiente. Cenamos unas tapas e inmortalizamos los últimos momentos. Después de ello fuimos a la plaza de la catedral que estaba prácticamente vacía y en la que reinaba un buen ambiente contagioso proveniente de unos tunos que había hecho ponerse a bailar como locos a un grupo de turistas. Allí nos encontramos con la pareja de Cuenca y estuvimos un rato con ellos. Da verdaderamente mucha ilusión encontrarte en la ciudad con la gente que te has ido topando en el camino.
Tras estar un rato allí nos fuimos a la habitación para descansar.

14 de agosto del 2008-Santiago

Se nos ha hecho rarísimo no tener que levantarnos a las cinco de la mañana. La verdad es que ha sido un gran alivio. Tras desayunar hemos ido a ultimar unas compras que nos quedaban para después ir a acompañar a Sofía y a Julio al tren. No queríamos que llegara ese momento y es que llegaba la hora de decir adiós, bueno mejor un hasta pronto. Yo no puede evitar unas lágrimas cuando nos dimos un ultimo abrazo de despedida y los vimos ya montados en el tren y al ver a Iván corriendo a la vez que el tren se iba alejando. Digno de una imagen de película.
Realmente su ausencia se hizo notar durante todo el día y es que nos habíamos acostumbrado a ir ya todos los días juntos y a compartir todo los que nos sucedía.
Así que Iván y yo acabamos el último día los dos solos de la misma manera que lo habíamos comenzado.
Comimos en una terraza de un restaurante frente a la universidad y después de echarnos una larga siesta y comprobar como la mujer de la casa no había perdido el tiempo y la había vuelto a llenar de gente fuimos a comprar la comida para el día siguiente y a cenar. Nos dimos un atracón enorme ya que se nos fue la fuerza por los ojos y comimos más de lo que nos entraba. Eso sí, estaba todo buenísimo.
Nos dió mucha alegría encontrarnos con Irene y Mari Jose y es que ha sido de las únicas que hemos visto en la ciudad. Tras hablar un rato con ellas despedimos con un cariñoso “buen camino” como no podía ser de otra manera.
Seguimos callejeando aprovechando nuestras últimas horas en la ciudad y acabamos como el día anterior nada mas llegar a la ciudad sentados en la plaza del O bradoiro contemplando la catedral e intercambiando una vez más nuestras impresiones de todos estos días.
En lo único en lo que puedo decir que me ha defraudado Santiago es en el hecho de que todo ese ambiente que se ha ido viviendo a lo largo del camino dónde menos se manifiesta es aquí. Está todo atestado de turistas y todas esas emociones manifestadas a lo largo de todo el camino están muy enmascaradas debido a su amplitud, la aglomeración de la gente, el consumismo…es una gran contradicción.

15 de Agosto del 2008. Viaje de vuelta

Se hace raro estar tantas horas seguidas en un tren después de tantos días solamente andando. Es un poco frustrante ver que lo que te ha costado un par de semanas en un solo día llegas en unas cuantas horas.
Cogimos el talgo en Santiago de Compostela a las 9 de la mañana con destino Vitoria a las 6 y media de la tarde. De ahí trasbordo hasta Pamplona y yo de nuevo el autobús para llegar a Tudela a las 10 y media de la noche. Toda la energía que había recuperado al llegar a Santiago se me agotó de golpe con semejante viaje de vuelta.
Me dio mucha alegría ver de nuevo a mis padres y ver su cara de satisfacción y alivio al ver que lo habíamos conseguido.
Se me hacía bastante raro estar de nuevo en casa, con todas las comodidades de siempre y ahora con la perspectiva de muchas cosas inútiles que no sirven para nada.

Epílogo.
Al poner los pies en casa y quitarme la mochila finalizan estos inolvidables días que han marcado mi perspectiva acerca de muchos ámbitos. En realidad no acaba, empieza su puesta en marcha en la camino del día a día que pese a tener mas lujos y comodidades al alcance de la mano es mucho mas duro que aquel. También te deja el buen sabor de boca suficiente como para otro verano hacer de nuevo otro tramo.
Que mejor manera que clausurar estas líneas diciendo: ¡BUEN CAMINO!.